El Intendente de Pinamar, Juan Ibarguren, recordó como fue el marco de su asunción, atípico y con incertidumbre que hizo a un inicio de temporada dificultoso.
Cómo ya se han empezado a mover, aunque lentamente, algunos resortes del mecanismo de temporada próxima, el mandatario espera tener los tiempos y condiciones necesarias para que la próxima sea con mayor previsibilidad. Ibarguren recuerda que si bien hubo niveles de ocupación buenos, ello no se condijo con una recaudación importante.
“Ya estamos con un proyecto trabajado, dentro del ejecutivo, con las diferentes áreas a cargo de la Secretaria de Gobierno, Verónica Chust. Lo estamos haciendo con nocturnidad y la venta ambulante como para que pasemos una temporada mucho más ordenada que la que pasamos”, describe Ibarguren.
Con relación a nocturnidad ya está trabajado este aspecto para que en unos 15 días pueda ser remitido al HCD de manera tal que tanto inversores como el empresariado interesado pueda analizar el contexto con tiempo.
En este punto el intendente diferencia lo que son boliches de lo que son eventos a realizarse en algún parador. Se trata de un paquete que va desde las fiestas familiares, un casamiento por ejemplo, o una marca que quiere promocionar sus productos hasta posibilidades de esparcimiento que ameritan el control de estructuras entre otros aspectos. Porque una vez lanzada una temporada ya es tarde como para modificar mínimamente algo.