“No voy a ser candidato…”, con esa rotunda frase Javier Pizzolito le baja la cortina a sus posibilidades de seguir siendo parte de un proyecto y por consiguiente de una continuidad.
El concejal ya lo había anticipado y todo dependía de la conformación de las listas: “Mientras no estaban formalizadas las alianzas el clima era aún más turbulento. Da la impresión que cuando pasó todo eso empieza otro escenario no menos turbulento que es toda esa gente que se agrupa, que forma un equipo detrás de un proyecto donde hay algunos que tendrán que consensuar y limar alguna aspereza, seguramente. Ese es el escenario, hoy”.
Pizzolito hace un breve análisis con relación al tiempo que resta hasta el vencimiento de su gestión donde hay seis meses donde quienes no tengan continuidad tienen que trabajar, la pregunta es “qué actitud tomarán”.
El concejal entiende que no todos se preocupan por generar proyectos al quedarse fuera del juego político y que algunos de sus pares seguirán discutiendo asuntos que no le interesan a la gente. Muchos ciudadanos han dejado de votar por “la desilusión con la dirigencia que hay y eso es lo que hay que tratar de revertir, nos cabe a todos”.
Con relación a lo inmediato, Pizzolito responde: “Entiendo que lo más urgente y productivo es empezar a tratar, como bien presentó el ejecutivo, el COU, hasta ahora no hemos tenido ningún movimiento trascendente. Lo importante hoy es poder seguir trabajando en el concejo en esas agendas donde hay más cuestiones coyunturales que proyectos”. Más allá de su gestión va a estar en la discusión pública porque le gusta. Así como lo hizo acompañando a Yeza en la primera gestión y luego durante la pandemia. Su máximo deseo poder irse con la mayoría de los proyectos realizados.