“Todo indica que tras la victoria legislativa por las Ley Base y después de su viaje por Europa, Javier Milei en cualquier momento hará un reseteo de su gabinete para encarar la nueva etapa que viene. El presidente no quiere más turbulencias, ni internas. El jefe de Gabinete Guillermo Francos aconseja no mover más piezas para no hacer olas, pero el Presidente quiere reacomodar algunos jugadores de su equipo para mostrar un gobierno sin grietas y bien parado camino al Pacto del 9 de Julio”. Así lo señaló el periodista Jorge Joury en el programa “a las cosas por su nombre”, que conduce Hugo Manzo por la FM 98.9 y Pinamar TV.
l analista añadió que : “En las últimas horas hubo otra baja importante. Renunció el número dos de Caputo, un hombre clave en el Ministerio de Economía. Se trata de Joaquín Cottani, que era el virtual viceministro. Según trascendió este funcionario se fue de la Secretaría de Política Económica por diferencias con el secretario de Finanzas y por el destrato de Milei con Doimingo Cavallo a quien responde Cottani. Lo reemplazará José Luis Daza, un ultraliberal chileno que trabajó con Caputo en JP Morgan y luego lo siguió al Deutsche Bank.uto.
Milei empoderó más a Caputo y le entrega también el manejo de las empresas públicas. La secretaría de Sociedades y Empresas del Estado dejará de existir y se conformará una Unidad Ejecutora de Empresas, que liderará el ex interventor de Télam Diego Chaher.
Se trata del organismo que llevará el proceso de ejecución de privatizaciones de Energía Argentina, Intercargo, Agua y Saneamientos Argentinos, Belgrano Cargas, Sociedad Operadora Ferroviaria y Corredores Viales. Estas fueron incluidas en la última versión de la Ley Bases que logró sanción en el Senado.
Con el impulso de la ley Bases, el Gobierno está decidido a consolidar un equipo sacudido por los cortocircuitos, cambios de nombres e incluso denuncias penales (en el caso de Pettovello, que presentó una denuncia contra su ex secretario de Desarrollo Social, Pablo de la Torre). El objetivo es mostrar que puede gobernar sin sostenes externos y preservar su espacio de poder de los partidos que, como el PRO, quieren sumarse a la administración para ganar influencia.
El presidente ya había planteado el mes pasado, en las horas previas a la salida de Nicolás Posse, que pondría “en revisión” a todo su gabinete y que, una vez definida la suerte de la Ley Bases en el Senado, realizaría “una evaluación de resultados” para definir “qué funcionó y que no”.
Milei también había anunciado que Federico Sturzenegger desembarcaría formalmente en su equipo, sin mayores precisiones. Días más tarde, en paralelo a ese anticipo, el ex jefe de Gabinete salió eyectado del gobierno y algunos de sus colaboradores, en particular la ministra Sandra Pettovello, quedaron salpicados por una batería de trascendidos que, en las últimas horas, e incluso tras la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal, todavía permanecían vigentes.
“Por ahora no hay ninguna definición adicional de cambios”, resaltaron en las últimas horas fuentes oficiales.
Mientras tanto, Sturzenegger prepara su llegada al gobierno, casi seguro como ministro del gabinete, pero se está resolviendo qué áreas tendrá bajo su cargo. El ex funcionario quiere revancha: tras su paso fallido por la administración de Cambiemos, está decidido a avanzar al máximo contra el sistema tradicional. Quiere desplegar un programa de desregulación del Estado.
Hasta ahora, Sturzenegger, el ideólogo del DNU y uno de los cerebros del paquete de leyes aprobado en general entre el miércoles y el jueves por la Cámara alta, funcionó para Milei como un asesor estratégico sin cartera. Partícipe de las principales decisiones. De consulta permanente. Un estrecho colaborador, mimetizado con las ideas libertarias.
Tanto que, de hecho, en las últimas semanas trascendió la posibilidad de que el ex funcionario ocupara el despacho que Posse dejó liberado cuando el presidente le pidió la renuncia, hace poco más de quince días.
Milei y Sturzenegger se adeudan una conversación para los próximos días, después del sábado, cuando el mandatario regrese de su gira por Italia y Suiza, para terminar de definir las atribuciones que, de no mediar imprevistos, el ex funcionario macrista tendrá como ministro. El equilibrio que deberá ejercer con Luis “Toto” Caputo, el ministro de Economía, y las áreas que pasará a controlar.
El seguro desembarco de Sturzenegger es, por estos días, una de las pocas certezas en un gabinete que desde hace semanas está sumergido en un mar de rumores.
En ese contexto, sobresale la ministra de Capital Humano. volvieron a arreciar las versiones, motivadas por la denuncia realizada por la propia Pettovello por el supuesto intento de intrusión en su domicilio de la zona oeste del Gran Buenos Aires que, según concluyeron los investigadores, no arrojó ningún elemento de prueba en ese sentido: solo un alambre roto cuya motivación no pudo ser consignada.
En Casa Rosada hubo alguna molestia con la sobreactuación del episodio que el propio presidente denunció desde sus redes. Según resaltaron, no solo por parte del entorno presidencial, si no también de Milei.
Después de semanas de silencio, presiones cruzadas y versiones múltiples, Pettovello, aseguró que no va a dimitir y selló su suerte a la del presidente Javier Milei. “No voy a renunciar. Vine acá por mi amigo y a mi amigo solo no lo voy a dejar”, manifestó.
Lo cierto es que, más allá de esas declaraciones, la renuncia masiva de funcionarios en Capital Humano, la polémica judicial por la inacción en la entrega de alimentos por parte del ministerio y la investigación por la contratación a través de la Organización de Estados Iberoamericanos obligaron a Milei a respaldar con vehemencia a la ministra durante una semana. Es decir, a tirarse encima de la granada para minimizar la explosión cuando estalle.
En medio de ese operativo, Pettovello, según trascendió, insistió con la posibilidad de dejar el ministerio, abrumada con la gestión, más allá de la serie de denuncias que motorizó, fundamentadas en un buen número. Se analizó, por caso, la opción de irse a la Oficina Anticorrupción, desechada por el presidente. Otro cambio que se viene es la transformación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para que vuelva a ser la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Al mismo tiempo, sumará un nuevo organismo que controle las áreas de Tecnología, Defensa y Seguridad Interior y dependerá directamente de la órbita de Presidencia de Javier Milei.
La mesa chica del Ejecutivo define este nuevo ente interno como “contralor”. Lo diseñó para llevar las cuentas de las actividades de las tres dependencias de la futura secretaría para que reporten a su titular, Sergio Neiffert.
Uno de los principales candidatos del Gobierno para la agencia de Defensa es el ex agente de inteligencia Alejandro Colombo. Fue delegado de la SIDE en el exterior durante la presidencia de Carlos Menem y trabajó como asesor de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
Se le atribuye también una relación directa con el exdirector de Operaciones de la SIDE Antonio Horacio “Jaime” Stiuso y una importante vinculación al ex embajador en el Vaticano Esteban “Cacho” Caselli, enemistado con el papa Francisco”, finalizó el analista.